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Estado de Montana y la eutanasia dos visiones del mundo opuestas.

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Por el Padre Shenan J. Boquet – presidente de Vida Humana Internacional.

Publicado el 24 de febrero del 2025.


Tal vez recuerden que, durante las elecciones nacionales (en EUA) de noviembre de 2024, entre las diversas iniciativas de votación estatales, el estado de Virginia Occidental estableció una prohibición constitucional del suicidio asistido. La Enmienda 1 dejó en claro que “ninguna persona, médico o proveedor de atención médica en el estado de Virginia Occidental participará en la práctica del suicidio médicamente asistido, la eutanasia o la eutanasia por piedad de una persona”.

Esta fue una victoria pró-vida de la que muchos no se enteraron en las noticias nacionales porque va en contra de una narrativa anti-vida creciente que celebra la “elección” y el “control”. Los habitantes de Virginia Occidental no solo rechazaron la mentalidad de la eutanasia y el suicidio asistido, sino que su estado fue el primer estado en proteger proactivamente a todos sus ciudadanos de esta tendencia peligrosa y potencialmente mortal.

Me complace decir que recientemente otro estado ha tomado medidas para fortalecer aún más su protección de la vida humana, especialmente de los ancianos, los enfermos terminales y los moribundos. El 7 de febrero, el Senado del Estado de Montana votó para aprobar el Proyecto de Ley Senatorial 136 que prohíbe el “consentimiento” como defensa para el suicidio asistido por un médico. La SB 136 establece que:

 …la ayuda médica para morir va en contra del orden público, y el consentimiento del paciente a la ayuda médica para morir no constituye una defensa ante un cargo de homicidio contra el médico que lo ayudó.

Aunque el suicidio asistido es ilegal en Montana, en 2009 una decisión de la Corte Suprema del Estado dijo que el consentimiento puede usarse como defensa para permitir la práctica.

 

Fertilizacion in vitro amor conyugal y matrimonio.

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Por el Padre Shenan J. Boquet – presidente de Vida Humana Internacional.

Publicado el 17 de enero del 2025.

 

El 22 de enero de 2025, el obispo Michael F. Burbidge de la diócesis de Arlington, Virginia, publicó una carta pastoral titulada “La familia cristiana, la fecundación in vitro y el testimonio heroico del amor verdadero”.

En su carta, el obispo Burbidge busca guiar a las personas de buena voluntad y a los fieles para que comprendan mejor el respeto que se le debe a la persona humana al abordar los peligros inherentes y la inmoralidad de la fecundación in vitro (FIV) y la enseñanza perenne de la Iglesia Católica sobre el matrimonio, la procreación y la vida familiar.

El obispo comienza hablando de la fertilidad y la FIV, reconociendo que son “temas increíblemente sensibles” que a menudo se malinterpretan. Por eso, “merecen ser tratados con un espíritu de acompañamiento, compasión y comprensión”, dice el obispo Burbidge. Con este fin y para ayudar a garantizar que se comprendan los principios bioéticos de la Iglesia, el obispo cita numerosas fuentes, incluido el Catecismo de la Iglesia Católica, el Concilio Vaticano Segundo, escritos papales y bioeticistas católicos, al tiempo que proporciona varios recursos para las parejas que luchan contra la infertilidad.

El obispo Burbidge señala que la FIV goza de una amplia aceptación, ya que el 82 por ciento de la población estadounidense en general cree que no hay nada inmoral en esta práctica. Y según una encuesta reciente del Pew Research Center citada por el obispo, el 65 por ciento de los católicos estadounidenses considera que la FIV es algo bueno. Esta mentalidad, junto con las acciones que la acompañan, plantea una grave amenaza “a la dignidad y los derechos humanos”, que son a la vez “muy obvios” y “en otras ocasiones bastante sutiles”, dice el obispo Burbidge.

Trágicamente, la mayoría de las personas no ven o ni siquiera reconocen la humanidad del niño no nacido o cómo la FIV mercantiliza la vida. Por ejemplo, de los encuestados, el 49 por ciento cree que es moralmente aceptable destruir a personas humanas embrionarias creadas mediante procedimientos de FIV.

Reconociendo que la FIV ha sido ampliamente aceptada, a pesar de su naturaleza dañina e inmoral, y debido a su preocupación por las almas, el obispo Burbidge sintió la necesidad de abordar el tema. Reconoce que lo que la Iglesia enseña sobre la FIV es una “decisión dura”, pero advierte que su aceptación tiene un coste tremendo: la destrucción eugenésica de millones de niños embrionarios, la ruptura del vínculo entre la procreación y el amor conyugal, la erosión del derecho del niño a tener padres naturales y la mercantilización de los niños.

 

Revocar la nssm-200 y pedir disculpas por el mal cometido.

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Por el Padre Shenan J. Boquet – presidente de Vida Humana Internacional.

Publicado el 10 de febrero del 2025.

 

La semana pasada escribí sobre el admirable trabajo que está haciendo la administración del presidente Trump para promover la causa provida. La gran cantidad de actividad provida que ha llevado a cabo la administración Trump en las primeras semanas a través de órdenes ejecutivas y directivas administrativas ha sido verdaderamente notable. Es sumamente alentador ver a esta administración contraatacar la mentalidad anti-vida (como las ideologías que no respetan la dignidad humana) y revertir varias políticas nacionales e internacionales proaborto y anti-familia que dominaron la administración Biden.

Como alguien que sirve en un apostolado provida global, me alegró especialmente ver la orden ejecutiva del presidente Trump que restablece la Política de la Ciudad de México que prohíbe el uso de dólares de los contribuyentes de Estados Unidos para financiar organizaciones que promuevan o realicen abortos en el extranjero, ofrezcan asesoramiento sobre abortos o defiendan el aborto. Recortó, por ejemplo, todos los fondos al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) que apoya el aborto coercitivo y la esterilización forzada. La política también es aplicable a lo que queda de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), al Departamento de Estado y a todos los departamentos y agencias.

La orden del presidente revoca el memorando de la administración anterior que autorizaba la financiación con fondos de los contribuyentes a los proveedores de servicios de aborto, incluidos Planned Parenthood y Marie Stopes International. La política restablecida ha ampliado su influencia, abarcando la gran mayoría de la asistencia sanitaria global bilateral de Estados Unidos, como se expresa en el encargo dado al secretario de Estado:

 Tomar todas las medidas necesarias, en la medida permitida por la ley, para garantizar que el dinero de los contribuyentes estadounidenses no financie organizaciones o programas que apoyen o participen en la gestión de un programa de aborto coercitivo o esterilización involuntaria.

Ese mismo día, el presidente Trump emitió una segunda orden ejecutiva que restablecía las directivas de su administración anterior con respecto a la Enmienda Hyde, garantizando que su norma se incorporara a las políticas y programas federales. La administración Biden eludió la Enmienda Hyde (se puede llegar a decir que la administración Biden ignoró la ley), que es una política estadounidense que prohíbe el uso del dinero de los contribuyentes para financiar el aborto. Las dos órdenes ejecutivas de Biden, que se referían al aborto como atención médica, intentaron incorporar la financiación federal del aborto dentro de los programas gubernamentales, facilitando a las mujeres el acceso al aborto quirúrgico, así como a la píldora abortiva.

Las órdenes del presidente Trump rectificaron estos problemas y restablecieron el compromiso de los Estados Unidos con la protección de la vida y las familias en el escenario nacional e internacional. Este es un paso hacia la restauración de nuestro papel como líderes en la cuestión de la promoción y defensa de la dignidad humana. Por supuesto, hay mucho más por hacer en este sentido, pero las órdenes ejecutivas de Trump están implementando políticas y directivas provida que han tenido y tendrán un impacto tremendo.

 

La administración Trump y el movimiento provida.

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Por el Padre Shenan J. Boquet – presidente de Vida Humana Internacional

Publicado el 3 de febrero del 2025

  

“La vida es el primer bien recibido de Dios y es fundamental para todos los demás; garantizar el derecho a la vida para todos y de manera igual para todos es el deber del que depende el futuro de la humanidad.”

― Papa Benedicto XVI, Academia Pontificia para la Vida, 2007

Durante décadas, la Iglesia Católica ha emitido advertencia tras advertencia, señalando la urgente necesidad de basar el desarrollo global en la sólida base de una visión moral correcta del mundo que priorice la dignidad intrínseca de cada ser humano y reconozca la importancia de las familias fuertes. Durante sus primeras semanas en el cargo, el presidente Donald J. Trump tomó medidas significativas para defender la vida humana y promover políticas provida. Su primera orden ejecutiva (memorando) restablece la Política de la Ciudad de México, una prohibición de larga data sobre la financiación gubernamental de organizaciones extranjeras que brindan y promueven abortos.

La norma, promulgada por primera vez por el presidente Ronald Reagan en 1985, excluye de la financiación estadounidense a los grupos internacionales proabortistas a menos que acepten dejar de promover o practicar abortos. También corta la ayuda estadounidense a cualquier organización extranjera que preste servicios de aborto, asesoramiento o defensa de derechos.

La orden también ordena al secretario de Estado “garantizar que el dinero de los contribuyentes estadounidenses no financie organizaciones o programas que apoyen o participen en la gestión de un programa de abortos coercitivos o esterilizaciones involuntarias”.

 


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