Por el Padre Shenan J. Boquet – presidente de Vida Humana Internacional.
Publicado el 28 de octubre del 2024.
“La llamada eutanasia “compasiva” sostiene que es mejor morir que sufrir y que sería compasivo ayudar a un paciente a morir mediante la eutanasia o el suicidio asistido. En realidad, la compasión humana no consiste en causar la muerte, sino en abrazar al enfermo, en apoyarlo en sus dificultades, en ofrecerle afecto, atención y los medios morales para aliviar el sufrimiento”.
–Samaritanus Bonus.
Los activistas pró-vida llevan mucho tiempo advirtiendo que la consecuencia más previsible de la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido será la eliminación de las barreras de protección que protegen a los miembros más débiles, vulnerables y marginados de la sociedad.
Advertimos que esto conduciría a una letanía de horrores.
Esto es precisamente lo que ocurrió en países como Bélgica y los Países Bajos, que estuvieron entre los primeros en legalizar estas prácticas inhumanas. Sin embargo, ningún país parece estar tan decidido a sondear las profundidades de la depravación introducida por la eutanasia legalizada y el suicidio asistido como Canadá.